VOCACIONES
La Orden de los Canónigos Regulares de la Santa Cruz es una comunidad de Hermanos, sacerdotes y profesos, reunida alrededor de Jesucristo, el Señor crucificado y eucarístico. Según el modelo de los santos Ángeles y de los Apóstolos, los Hermanos de la Santa Cruz quieren amar, honrar y servir a Dios, llevando una vida comunitaria en castidad, pobreza y obediencia.
En comunión con los Ángeles y Santos, los Hermanos de la Santa Cruz dedican su vida, especialmente en la liturgia solemne, a la adoración de Dios Uno y Trino y a la expiación por la salvación de las almas.
Los Hermanos de la Santa Cruz ven su apostolado al servicio para la salvación de las almas, especialmente de los sacerdotes y consagrados, en la administración de los sacramentos y en el anuncio de la Palabra de Dios.
La vocación de cada Hermano es un don, no solamente para la Orden sino también para la Iglesia. Un don que es señal y expresión del amor de predilección de Dios: “No fuisteis vosotros quienes Me elegisteis, sino que fui Yo quien os escogí y os designé para que vayáis y produzcáis fruto” (Jn 15,16).
Pastoral vocacional
“Señor ¿qué debo hacer?” (Hch 22,10) preguntó S. Pablo a Jesús cuando fue llamado. También Jesús desea que tú le hagas esa misma pregunta. ¿Ya pensaste alguna vez sobre el sentido de tu vida, o por qué estás en el mundo, lo que Dios querrá de ti? La respuesta a tales preguntas es algo de la mayor importancia para tu vida porque Dios tiene para ti un plan de salvación. ¿Cómo reconocer la voz de Dios en una llamada vocacional?
Tres elementos nos pueden ayudar:
1. la propia naturaleza de la persona,
2. el ansia por aquello que se desea,
3. el eco de la realidad que rodea a la persona.
1. La propia naturaleza
“La gracia supone la naturaleza” nos enseña la teología. Esto significa que la llamada para un seguimiento más íntimo de Cristo necesita de la naturaleza del hombre. Sin embargo, no raramente tal llamada es un gran desafío, porque es en la debilidad donde Dios muestra su fuerza (cf. 2Cor 12,19).
¿Cuáles son las capacidades y los talentos que Dios te dio?
¿Qué es lo que verdaderamente eres capaz de hacer?
2. El ansia por aquello que se desea
“Dios nos hace desear aquello que Él mismo nos quiere ofrecer”, nos dice Santa Teresita. En el Evangelio encontramos siempre la pregunta de Jesús sobre los deseos: “¿Que buscáis?” (Jn 1,38); “¿Que quieres que yo te haga?” (Mc 10,51).
¿Sabías que en tus deseos más profundos se encuentra también la llamada que Dios te hace personalmente?
3. El eco de la realidad que nos rodea
La realidad que nos rodea y con la cual nos encontramos produce en nosotros un eco. Esa realidad está en constante movimiento, nos deja intranquilos, es algo que no podemos olvidar. Es como una atracción...
Este eco puede ser una palabra de la Sagrada Escritura, una imagen de miseria, el encuentro con una persona, la observación de un amigo. Y nuestro pensamiento vuelve siempre allí.
¿Ya tuviste esa experiencia en tu vida?
¿Ya escuchaste la voz convidante y atrayente de Dios: “Ven y sígueme”?
¿Qué quieres responderle?
Para que encuentres tu propia respuesta necesitas la ayuda de la oración diaria y de la lectura meditada de la Sagrada Escritura (lectio divina), pero también de un acompañamiento espiritual. El acompañante espiritual no es alguien que toma las decisiones en lugar del otro, sino que es alguien que puede ayudar al vocacionado a reconocer las señales de la voz de Dios.
La Orden de la Santa Cruz tiene un grupo de sacerdotes encargado de acompañar el discernimiento de aquellos que colocan la hipótesis de ser Hermanos de la Santa Cruz. Puedes entrar en contacto con ellos a través de las siguientes direcciones:
AmÉrica Latina:Casa Nuestra Señora de Guadalupe dirección postal: Apartado Postal 10-13 e-mail: ordensantacruz.mx@gmail.com |
EspaÑa:Priorato Santa Cruz e-mail: ordemdasantacruz@gmail.com |
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Etapas de FormacIÓN
El objetivo de la vida religiosa es la consagración total de sí mismo a Dios en el seguimiento de Cristo, al servicio de la misión. En vista de ello, la formación religiosa en la Orden de la Santa Cruz comienza con la construcción del hombre interior, con el fin de, partiendo del corazón, conducir a la persona entera a una configuración cada vez más íntima con Cristo en Su amor al Padre y a los hombres.
La formación religiosa abarca todos los campos de la vida humana y religiosa, de modo que la persona sea conformada con Cristo y tenga la oportunidad de crecer cada vez más profundamente en la adhesión al carisma y a la misión de la Orden.
La formación religiosa en la Orden de la Santa Cruz pasa por varias etapas, para que cada Hermano pueda asimilar el cuño nítido de la Orden y, al mismo tiempo, pueda desarrollar su cuño personal dentro de la comunidad.
El camino de ingreso en la Orden pasa por el aspirantado, postulantado y noviciado. Le sigue el tiempo de la profesión temporal y, después de esta, el Hermano es admitido a la profesión perpetua.
Aspirantado
El primer contacto con la Orden se hace mediante días de recogimiento o retiros vocacionales, así como a través del acompañamiento espiritual con uno de los miembros de la Orden.
Atraído por el convite de Jesús: “Ven y ve” (Jn 1,39), el joven inicia el tiempo de aspirantado. Se exigen los siguientes requisitos para iniciar el tiempo de aspirantado:
- edad comprendida entre los 17 y los 35 años,
- para los candidatos al sacerdocio: formación escolar concluida (America Latina: Preparatoria / España: 4º ESO),
- para los candidatos a profesos-Hermanos: formación profesional concluida,
- pertenencia a la Iglesia Católica, habiendo recibido los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación,
- una salud física y psíquica idónea, así como una madurez de acuerdo con la edad,
- una vida cristiana convencida y activa, con un amor vivo a Dios y al prójimo,
- fidelidad al Santo Padre, voluntad de arraigarse en la Santa Iglesia y en la comunidad,
- voluntad sincera de abrazar el modo de vivir propio de la Orden con sus exigencias.
Postulantado
El postulantado es un tiempo de prueba donde se profundizan los fundamentos de la vida y del conocimiento religioso. Es el tiempo en el que el postulante aprende a amoldarse, a hacer silencio, a rezar y a desprenderse del mundo. Es una etapa para dejar el mundo y trabajar la propia personalidad. El énfasis de la formación del postulantado es la formación humana, como preparación para el noviciado, por eso, es una etapa importante para abrirse, para llegar a conocer, pero también de trabajo en el propio carácter. El tiempo de postulantado es, por vía de regla, de un año. Durante el postulantado, los candidatos cultivan una relación íntima con el propio Ángel de la Guarda, a quien se consagran en esta etapa de la formación.
Noviciado
El noviciado canónico, que tiene una duración de doce meses, está destinado a que los novicios conozcan mejor la vocación a la Orden. Por la oración y por la renuncia a sí mismos son introducidos en el camino más vivo de la perfección. Es el tiempo en el que el novicio aprende la manera de llevar en Cristo una vida consagrada a Dios, mediante los consejos evangélicos.
Profundiza, también, y amplía en esta etapa, los conocimientos de la fe sobre los Santos Ángeles y su misión en el plan salvífico de Dios, para que crezca el amor a ellos y, la consagración a los Santos Ángeles, que hará antes de la primera profesión, reciba una base sólida.
La dirección del noviciado está confiada al Maestro de novicios, a quien compete acompañar espiritualmente a los novicios.
ProfesiÓn temporal y profesiÓn perpetua
Por la profesión religiosa, los Hermanos se obligan, con votos públicos, a la observancia de los tres consejos evangélicos, se consagran a Dios por el ministerio de la Iglesia y son incorporados en la Orden de la Santa Cruz.
Concluido el noviciado, los Hermanos emiten su primera profesión temporal por un año. Por vía de regla, después de seis años de votos temporales, el Hermano hace su profesión perpetua.
El sentido y objetivo de este tiempo de profesión temporal es consolidar la fidelidad de los Hermanos en el seguimiento de Cristo. Esto se realiza a través de una sólida formación religiosa, espiritual, apostólica, doctrinal y práctica.
Por la profesión perpetua, el Hermano se consagra para siempre al servicio de Dios y de la Iglesia. Con todo el corazón y con firme propósito, se entrega a Dios y se coloca a disposición de la Orden, para servir a la Iglesia en la imitación de Cristo. Por la profesión perpetua en la Orden de la Santa Cruz, el Hermano queda ligado a la Cruz del Señor, señal de su fe, de su fidelidad y de su amor.
FormaciÓn permanente y formaciÓn sacerdotal
Dios llama a cada uno de los Suyos en todos los momentos y circunstancias de la vida, de modo que, tras la formación inicial, durante toda su vida, los Hermanos continúan cuidando diligentemente su formación espiritual, doctrinal y práctica. Se pretende con ello que cada Hermano forme no sólo la inteligencia, sino también toda la persona, principalmente en su misión espiritual, de modo que viva en toda plenitud su propia consagración a Dios.
Por vía de regla, las vocaciones sacerdotales en la Orden de la Santa Cruz se forman en el Institutum Sapientiae, en Anápolis-GO, Brasil. Finalidad de nuestra formación sacerdotal es que, a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, Maestro, Sacerdote y Pastor, se formen verdaderos pastores de almas.
El estudio de la filosofía está fundamentado en el patrimonio filosófico perenne. El estudio de la Sagrada Teología se apoya en la Palabra de Dios escrita y en la Sagrada Tradición. Todas las disciplinas teológicas impartidas en el Institutum Sapientiae tienen como fundamento el Magisterio de la Iglesia.
Durante el currículo de los estudios, los Hermanos candidatos al sacerdocio son iniciados, mediante ejercicios prácticos, en la cura de almas y en las diversas tareas de la Orden.
Preguntas frecuentes
¿CuÁnto tiempo se tarda en ser ordenado en vuestra Orden?
Por vía de regla, es necesaria una formación de 11 años, desde la entrada como aspirante hasta la ordenación sacerdotal.
¿Usan una vestidura religiosa (“hÁbito”)?
Como señal de su consagración, de pobreza y de su pertenencia a la familia religiosa, todos los Hermanos usan el hábito religioso: hábito con cinturón de cuero, escapulario y almutia de color negro.
¿CÓmo hacen el acompaÑamiento vocacional?
Por vía de regla, el acompañamiento vocacional se hace a través de coloquios con los promotores vocacionales en nuestras comunidades.
¿CÓmo hacer para entrar en la Orden?
En primer lugar, debes entrar en contacto con nuestros promotores vocacionales para que puedas iniciar tu discernimiento vocacional. Entretanto, puedes participar en los diversos encuentros de la Obra de los Santos Ángeles, para que conozcas más nuestra espiritualidad. Para informaciones y actividades de la Obra de los Santos Ángeles consulta: www.opusangelorum.org.
¿Cual es vuestro apostolado?
El apostolado o la misión, antes que caracterizarse por las obras externas, se define por tornar presente al propio Cristo en el mundo a través del testimonio personal. Por eso, nuestro apostolado consiste, antes de nada, en el testimonio de nuestra vida consagrada. La vida fraterna en comunidad, con la liturgia solemne y la adoración eucarística, ya es apostolado y contribuye directamente a la obra de evangelización.
Desde los primeros tiempos en Portugal, los Canónigos Regulares de la Santa Cruz intentaron la reforma del clero, se empeñaron en la sólida preparación y formación de los sacerdotes así como en la evangelización de todo el pueblo de Dios. Esta finalidad continua siendo realizada hoy por la formación de candidatos al sacerdocio, por la asistencia espiritual a sacerdotes y religiosos, en la predicación de retiros, en la pastoral ordinaria de las parroquias y en la actividad misionera. De modo particular, la Orden promueve el movimiento espiritual “Obra de los Santos Ángeles”.